Marcela está feliz por los comentarios positivos que recibe de Emilia sobre su trabajo en la cocina.
Y también por su marido, a quien siente más cariñoso. Pero el muchacho no deja de pensar en la carta de amor que le envió Beatriz.
Atormentado, queda con la hija de Hernando para decirle que deben romper su relación de una vez por todas, pero ella lo convence: “Me conformo con ser tu amante”.
Esa misma tarde vuelve a tener un apasionado encuentro en la cabaña del prado de las zarzamoras y acuerdan los días que inventarán algún quehacer en sus respectivas casas para ausentase de ellas y poder verse.
Severo se presenta en La Casona para recordar a doña Francisca que debe devolverle sus propiedades y le insiste en que lo haga de inmediato, pero ella sigue asegurándole que aún es pronto.
Al poco de irse Santacruz, la señora se entera de que alguien anónimo la ha denunciado a ella y a otra persona por denegación de auxilio.
Entonces, convence a Cristóbal para que se esconda hasta que la situación se aclare.
Nicolás tampoco lleva buenas nuevas a Camila: Belén, la hija de Néstor, no está en Cuba y su tía viajará desde allí para reunirse con ella.
“Yo fui la amante de su cuñado y me llevé a su sobrina. Creo que va a culparme de su desaparición, pero lo que temo es que esté muerta”, se lamenta la mujer.
El empleado está nervioso ante la inminente llegada de Nazaria y se queda perplejo cuando la tiene delante.
Es atractiva, simpática, agradable y lo saludo con un caluroso abrazo. El mismo trao dispensa a Francisca, pese a que esta se muestra distante.
Ella también se sorprende con la recién llegada, que percibe enseguida a la criada como su rival.
Dispuesta a enterarse de la relación que los une, la mujer interroga a la empleada que le responde de malos modos.
La noticia sobre la denuncia a la Montenegro se ha propagado por el pueblo y todos se convencen de que Severo está detrás del asunto. Aunque él lo niega, ni siquiera Carmelo le cree.
Mientras doña Francisca sigue envolviendo a Cristóbal en mentiras, de quien ya ha obtenido la firma para despejarlo de todo.
Raimundo, que ignora las intenciones de su mujer, quiere saber porqué ha escondido a Garrigues pero ella no se lo aclara. Luego, mantiene una misteriosa reunión con el notario.
Tras pasar unas angustiosas noches en vela, Camila decide sincerarse con Hernando sobre la situación de Belén.
Aquilino Benegas le ha exigido cambios drásticos en la empresa para asociarse con él y no sabe cómo obtener el dinero para llevarlos acabo.
Nicolás llega en ese momento y se alegra de que su amiga no haya podido hablar con su esposo porque ha localizado a la chica.
A solas con ella y con Beatriz, les cuenta que se encuentra en un pueblo cuidando a una señora. Luego se compromete a ir a buscarla.
Aunque la lleva los demonios, Fe cambia su actitud hacia Nazaria y finge incluso realizar de buena gana las tareas que la enconmienda.
Mientras, Mauricio, que recela de su flamante esposa, escucha atento a su patrona: “¿Quién crees que me denunció en el caso de la muerte de Eusebio Garrigues? Yo misma lo hice para generar mucho ruido y despistar. Todo va a quedar en nada”
Lo que no tiene previsto es que Cristóbal recupere la cordura y, aunque ha firmado cuantos documentos le ha puesto sobre la mesa, empieza a sospechar.
También lo hace Severo, que pide a Carmelo ayuda para desenmascararla. Adela se suma a la investigación y les confirma que la señora está engañando a todos.